Ocho pálpitos jugando
y uno que no aprende,
presos al gigante
que inventa la luz.
Golpeados por fragmentos
errantes, perdidos.
Circulan hoy sus caminos
distantes y unidos.
En un TODO fragmentado
de luces ínfimas e infinitas.
La luz nos retiene.
Invisible energía.
No podemos desprendernos.
Nos ata el alimento.
Según mi tiempo designe
en alguno me he de quedar.